Ideal para cualquier persona física que le interesa proteger su patrimonio; consiste en un contrato mediante el cual una persona física, aporta al fideicomiso de garantía cualquier bien (mueble, inmueble o recursos), a fin de garantizar obligaciones de pago, o que los mismos sean entregados a la persona o personas que designe como fideicomisarios al momento en que se cumpla la condición establecida a la constitución del fideicomiso.
En virtud de la sencillez de sus procedimientos y la certeza en el cumplimiento de las condiciones estipuladas por el fideicomitente, éste fideicomiso es una forma versátil y económica de garantizar obligaciones tales como:
Muy útil para las compraventas; consiste en aquel contrato mediante el cual una de las partes (por ejemplo el comprador) entrega dinero, valores u otros bienes al fiduciario a fin de garantizar que dichos bienes sean entregados a un tercero designado a la constitución del fideicomiso (el vendedor), para que en el momento en el que este último dé cumplimiento a las obligaciones pactadas en dicho contrato (por ejemplo la escrituración del bien al comprador), el Fiduciario proceda a la entrega de los bienes en garantía.
Ideal para aquellas personas u organizaciones que cuentan con cuentas por cobrar; consiste en aquel contrato mediante el cual se aportan al fideicomiso los derechos de cobro derivados de uno o más contratos de obra o de servicios que tiene celebrados el deudor con un tercero, a fin de que el fiduciario reciba los recursos derivados del cobro y destine una parte o la totalidad de los mismos como fuente alterna de pago para el caso de que el deudor no cuente con la liquidez necesaria para hacer frente al pago de las obligaciones con un tercero, derivado del otorgamiento de uno o más créditos con uno o más acreedores.
Durante su vigencia, el fideicomiso recibe los recursos y conforme al convenio de ejecución, entrega por cuenta y orden del deudor, los recursos para que estos sean destinados al pago parcial o total de los adeudos.
Sustituye de forma eficiente a la Hipoteca, ya que es aquella en la que se aportan uno o más inmuebles en propiedad fiduciaria para garantizar de manera irrevocable el cumplimiento de obligaciones de pago derivadas de cualquier tipo de financiamiento entre deudor y acreedor, estableciendo desde la constitución del fideicomiso, un procedimiento convencional de ejecución para el caso de incumplimiento.
A través de este instrumento, se agiliza la realización de los bienes que se reciben como garantía de pago, evitando juicios innecesarios y el que ningún tercero alegue un mejor derecho respecto del bien depositado como garantía en el patrimonio del fideicomiso.
De esta forma, el fiduciario detenta la titularidad de los bienes y en caso de cumplimiento, revierte el o los bienes patrimonio del Fideicomiso, salvo en caso de incumplimiento, en cuyo caso, se encarga de ejecutar la garantía.
Ideal para conciliar los intereses entre dueños de terrenos y constructores o desarrolladores inmobiliarios, ya que a través del fideicomiso de garantía, el propietario de un terreno y una empresa desarrolladora intervienen en la constitución de uno o más fideicomisos con el fin de salvaguardar sus respectivos intereses.
A través de este fideicomiso, las organizaciones dan un cumplimiento transparente a estas obligaciones pactadas contractualmente con sus colaboradores, garantizando el pago de las mismas.
De esta forma, al crear el fideicomiso, se establece que el pago de las indemnizaciones a cargo de la organización, sólo se realizarán cuando éstas se encuentren dictaminadas por un perito médico en salud ocupacional y hasta por el monto que determine un actuario valuador, siendo el papel del fiduciario, el de contratar y vigilar la emisión de dichos dictámenes, informar a la organización sobre los mismos y realizar las liquidaciones correspondientes a los colaboradores afectados.